Hoy en día son muchas las personas tiene problemas para quedarse embarazadas. Los problemas del día a día, el estrés, la obsesión por ser madres… todos ellos son factores importantes que influyen en nuestra fertilidad. La herramienta clave es la meditación para la fertilidad.
Tras hablar con mujeres que están en su camino hacia la fertilidad, hemos notado en ellas que cada vez que comienzan una práctica de meditación, lentamente dejan de culparse a sí mismas, su estrés disminuye y su autocompasión aumenta. En otras palabras, mejoran su enfoque en lo positivo en vez de lo negativo para crear un espacio saludable para que el bebé crezca.
Herramientas clave para la fertilidad
Aunque existen numerosas herramientas, estrategias y tratamientos para apoyar al cuerpo de la mujer durante este tiempo, como el equilibrio hormonal, las dietas de fertilidad, el seguimiento de la ovulación, la acupuntura, la fertilización in vitro, etc., no se habla mucho de cómo las mujeres pueden apoyar sus mentes. Todos sabemos que nuestra mente y nuestro cuerpo están conectados, así que no podemos ignorar uno y esperar que el otro funcione eficientemente.
Dándose cuenta del importante papel que nuestra salud emocional juega en el proceso de la fertilidad, investigamos cómo la meditación puede ayudar a las mujeres a concebir. El resultado fue asombroso ya que la meditación para la fertilidad es la herramienta que nos falta en el cuidado de esta.
Meditación para la fertilidad
Estos son algunos de los beneficios de la meditación para la fertilidad:
Hormonas equilibradas
Durante mucho tiempo, pensamos que los síntomas menstruales eran normales, pero resulta que son indicadores de un problema mayor: El desequilibrio hormonal. El desequilibrio hormonal puede afectar a importantes señales químicas en el cuerpo y causar problemas con la ovulación. Afortunadamente, la meditación influye en los centros hormonales que pueden promover el equilibrio hormonal, lo que puede ayudar a la concepción. Comenzar una práctica regular de meditación puede ayudar a recalibrar las hormonas, permitiéndoles funcionar adecuadamente para que pueda crear un ambiente saludable para que el bebé crezca.
Reducción del estrés
Al intentar concebir, seguimos obsesivamente la ovulación y el ciclo menstrual. Esto se convierte en un círculo vicioso, ya que cada mes al hacer un test de embarazo y salir negativo nos deja estresadas, ansiosas y molestas hasta llegar el momento de intentarlo de nuevo. Los estudios han demostrado que el estrés está relacionado con la reducción de la fertilidad tanto en hombres como en mujeres. En un estudio de 291 mujeres sometidas a tratamiento de FIV, se encontró que la ansiedad y la depresión afectaban negativamente a la fertilidad. Mirando hacia atrás, puedo ver cuánto me afectó el estrés al quedar embarazada, y no concebí hasta que empecé a controlarlo.
Relaciones más fuertes
Al comenzar a intentarlo, se bromea sobre lo «divertido» que es intentar hacer un bebé. Desafortunadamente, esa excitación inicial rápidamente se ve reemplazada por la preocupación y la inquietud de si se puede o no tener hijos. Estos sentimientos de insuficiencia hace sentir a los futuros padres desconectados de ellos mismos y de los demás en un momento en que necesitan más que nunca apoyo. Las investigaciones muestran que las prácticas de mindfulness pueden aumentar la compasión y la amabilidad y pueden salvarnos de muchas discusiones y malentendidos.
Aumento de la compasión
Tendemos a culpar a nuestro cuerpo por no funcionar correctamente y a mi mente por no ser lo suficientemente inteligente para encontrar las soluciones a nuestra infertilidad. Al practicar la meditación para la fertilidad, nos volvemos más suave con nosotras mismas y por lo tanto con los demás. Los estudios respaldan esto con datos que muestran que la meditación está asociada con la autocompasión y el manejo del estrés. Sabiendo lo mucho que la meditación nos permite tener un diálogo interno más positivo y compasivo, no podemos evitar preguntarnos cuánto ayuda eso durante los inevitables altibajos de tratar de concebir.
Después de sumergirme en toda esta investigación, y de ver cómo la atención ha ayudado a tantas mujeres a través de su proceso de preparación para concebir, llegamos a la conclusión de que estamos ignorando una herramienta clave cuando se trata de quedar embarazada: la meditación para la fertilidad.
Espero que en los próximos años, cuando las mujeres entren en el consultorio de su médico buscando las herramientas que puedan ayudarlas con la fertilidad, que la meditación esté en línea con el seguimiento de la ovulación, la nutrición y el ejercicio.